VIAJE AL RECUERDO

15 de julio de 2000. Hyundai blanco en la carretera. 32 grados fuera. Yo sentada en el asiento trasero izquierdo, mi hermano a la derecha. Cada uno mirando por su ventana porque, probablemente, hayamos discutido por cualquier estupidez. La canción del verano suena en la radio: «Bomba» de King África. Y yo, obviamente, estoy jugando con mi Barbie más actual, que siempre me acompaña. Ante mis ojos pasan miles de paisajes, cientos de pueblos y personas. Las historias de mi padre son interminables ante un monasterio, una Iglesia, da igual, siempre encuentra el motivo por el que comentar o explicar un tema, una anécdota, una leyenda, etc. Parábamos cada hora y media. Con niños inquietos como nosotros, estar mucho tiempo sentados era inaguantable. Nos quedamos embelesados ante miradores que parecían ventanas, las cuales daban a montañas, a valles o a diferentes vistas de nuestra naturaleza. Venían a mi nariz los típicos olores del campo, las flores, lavanda, tomillo…

Sigue leyendo